Historia de los tanques estacionarios

El mundo como lo conocemos no habría sido posible si no fuera por diversos avances tecnológicos que han revolucionado a la vida cotidiana. Uno de los descubrimientos más relevantes para la historia de la humanidad es el gas como recurso energético.

Gracias a la increíble versatilidad del gas, hemos podido desechar otras energías altamente peligrosas y contaminantes, como el petróleo o el carbón. Por siglos se diseñaron varios inventos para satisfacer la necesidad cada vez mayor de gas de uso doméstico, ya que su uso se ha vuelto indispensable para las actividades cotidianas, como bañarse, cocinar o calentar.

A mediados del siglo pasado se popularizó el uso de los cilindros de gas, una especie de contenedor casi desechable que se cambiaba después de cierto periodo de tiempo, sin embargo, esta forma de abastecimiento representa un riesgo para hogares con niños, mascotas o de espacios reducidos; sin mencionar el riesgo que representa en las calles al momento de transportar los cilindros llenos.

La necesidad de encontrar mejores opciones para el abastecimiento de gas, ha motivado el diseño de otro tipo de infraestructura para el almacenamiento del mismo. Si el problema es el exceso de movimiento en su traslado, ¿por qué no idear alguna manera de contar con algo parecido a un cilindro de gas con mayor capacidad y mejor estabilidad?

Los tanques estacionarios pueden ofrecer a los hogares seguridad, capacidad y estabilidad para abastecer desde una pequeña casa, hasta edificios enteros.

Actualmente tenemos más y mejores opciones de tanques estacionarios. Elige la opción que se acomoda a tu hogar, descúbrela en El Surtidor. ¿No sabes cuál es el que necesitas? ¡Nuestros asesores están para ayudarte! Visita tu sucursal y te responderemos cada una de tus preguntas.